No podia ser de otra manera, volver para hablar de futbol, durante mucho tiempo no había sentido tal experiencia, el estar orgulloso de alguien. De que me saliera por los poros del cuerpo toda la tensión acumulada durante una temporada. Recuerdo algo parecido un final de liga, el Málaga jugándose el descenso a segunda B ante el Cádiz, un gol en los minutos finales hizo que Ernesto y yo saltáramos hasta llegar al cielo malagueño celebrando la permanencia.
Pero el domingo fue diferente, eran dos chavalines etiquetados como catalanes, donde muchos parientes entiende que regalarle la camisola del equipo de moda es lo más grato para ellos, (ellos hacían sentir al emisor esa misma sensación), pero el domingo seguía siendo diferente, no nos valía la cadena multifutbol, por minutos los Messis, Iniestas, Valdes, etc……….. pasaban a un segundo plano, hasta el todo poderoso San Isidro en la Romería Morisca era tapado una y otra vez por la bandera de Almogia,(con colores blanquiazules) gracias a una brisa traída desde la bahía malagueña.
El domingo seguía siendo diferente para esta familia, orgullo de dos criaturas donde la venita azulgrana se quedo taponada, donde el título ligero no tuvo ningún valor mientras que el Málaga de papa seguía jugándosela en La Rosaleda. El gol de Duda fue gritado por Ernesto que hasta el mismísimo San Isidro se volvió a tapar la cara con la bandera, quedándole la misma con los colores malagueños. Como el gran Gualas en su particular guerra con los ingleses tierras escocesas.
El domingo fue diferente cuando nuestro vecino Alexis hizo que los corazones dejaran de estar revolucionados, donde los chiquillos no querían que Roja directa se volviese a quedar pillada. Donde las camisolas, pantalones, bufandas hacían que los cuatro Arrabales se dieran un festín de risas, donde Jesús no pudo contener la alegría y su pasión le jugó una bonita idea, tener que tirarse al suelo para explotar de risa viendo como su Papa y hermano mayor se abrazaban con el pitido final.
El final de los partidos fue otra historia, los chavales me invitaron a bajar a la calle. Donde disfrutaron con cada coche que pasaba con las banderas malagueñas al aire, donde cada vez que un adulto se dirigían a ellos, nuestras miradas se cruzaban como en un pacto con el diablo, diciendo que se habían dirigido a ellos. Donde la celebración por una vez en esta santa plaza fue blanquiazul, donde tuvieron que ver en todas las cadenas posibles el gol de Duda, donde elevaron a CRAC (como un buen amigo comentaba), al todo poderoso Espinete.
Por una noche el domingo fue diferente, estos dos chavales se acostaron con la idea de que al día siguiente tenían que ir al cole vestido del Málaga.
Este domingo fue diferente hasta el punto de que una señora que odia el futbol se sentía orgullosa porque cuatro varones nos poníamos de acuerdo con de la misma marca de ropa. Donde ella misma disfruto cuando nos fuimos los tres cogidos de la mano a celebrar nuestra primera fiesta futbolística.
Este domingo fue diferente hasta el punto de que una criatura de 5 meses tenía su trajecito malagueño preparado, él quería dar su final de fiesta, a su manera, sin articular palabra pero diciéndome muchas cosas.
Gracias Ernesto, Jesús y Cristóbal, por hacerme pasar un domingo noche especial, por hacer que la vergüenza o mejor, el ridículo se quedara en el 8ºb.
Gracias al Málaga CF por ayudarme a celebrar una fiesta muy particular con mis hijos.
Salud y nos seguiremos viendo.
PD. Mañana colgare el video y fotos del partido de copa.
