SOBRE UN BARCA - MALAGA

Después del parón por diversos motivos, intentaremos reanudar el blog con la regularidad con la que estábamos llevando.

Reiniciaremos los artículos hablando un poco de lo vivido el pasado domingo en Barcelona. Estuvimos viendo al Málaga CF enfrentarse ante el todo poderoso Barcelona.

Un viaje relámpago para disfrutar viendo futbol. Un equipo catalán que entiende de esto un rato, manejo de balón, manejo del partido, posesión del balón, desmarque en ruptura de todos los jugadores de ataque, juego desde fuera del área de su portero, tendríamos que nombrar una lista interminable sobre los conceptos recogido por este equipo. Un equipo que durante los 90 minutos que dura un partido no para de presionar cuando no tiene el balón. Un equipo que su juego ofensivo pasa por la tranquilidad que le da sus jugadores para dar el balón al jugador mejor colocado.

El Málaga no podía hacer otra cosa, defenderse, la primera parte se hizo larga por el acoso que fue sometido  por el equipo catalán. En varias ocasiones el cancerbero malagueño tuvo que emplearse a fondo para frenar las llegadas del Barcelona.

La segunda parte,  el Málaga se fue un poquito hacia arriba, bien porque el Barca levantó el acelerador al ir ganando 3-0, bien por los cambios realizados, el caso es que veíamos que el conjunto boquerón podía hacer algún gol, gol que llegó de balón parado de la mano de Duda. Mas tardes llegaría el cuarto gol del Barcelona.

Impresionante el silencio que se vive en ese estadio cuando el marcador reflejaba que había unas 70.000 almas. Tan solo había que sentarse y ver como los jugadores jugaban, se divertían,  por utilizar otra expresión, estábamos viendo una obra de teatro. Todo ensayado hasta el último pase, movimientos programado y ajustados hasta el último milímetro, todo un recital para aprender  a jugar al futbol.