Quiero ser futbolista

"Quiero ser futbolista porque me gusta el deporte, me gusta hacer amigos y quiero marcar goles". Tres razones de niño, ilusionantes, inocentes y muy poco pretenciosas, lejos del mercantilismo y divismo que rodea a los grandes mitos de este deporte y de lo que Bojan escapa. Su forma de actuar, el brillo en sus ojos y la alegría que desprende en cada uno de sus movimientos, dentro y fuera del campo, muestran su talante, el de una persona que realmente disfruta con lo que hace, que se siente bendecido por haber visto cumplido su sueño.
"Me fijo en Kluivert, mi ídolo, y pienso que tiene mucha suerte de poder jugar en el Barça porque así puede ayudar a los niños enfermos y viajar mucho". Sanas intenciones y una manera de entender el destino de los futbolistas que a muchos se les olvida cuando se hacen mayores. La palabra "suerte" para definirlo resume todo un pensamiento que todavía no ha cambiado en él.
"Cuando juego al fútbol nos lo pasamos muy bien y además hacemos deporte. A veces, con el equipo de El Planell, imaginamos cómo sería ser jugador del Barça o del Manchester y qué cosas podríamos hacer si lo fuéramos". Ahora ya no tiene que imaginárselo. Ya lo es. Y su ejemplo tanto en los futbolístico como en lo humano es el mejor para aquellos niños que algún día quieran ser futbolistas, que quieran ser como Bojan